A Dios nunca se le puede fallar...él no tiene EGO.
Solo nos fallamos a nosotros mismos, cuando dejamos de intentarlo y preferimos abrigarmos a la sombra de la victimización y la culpa.
Cualquiera sea tu sueño... si de verdad lo anhelas, lo lograrás y no será para alegrar a UN DIOS que no pide NADA y que jamás te pedirá, sino para ALEGRAR al ser más especial del mundo: TU, aquel que esta lleno de amor y luz.
Reconócete y ámate. En ese amor podrás crear la vida que viniste a tener.