jueves, 22 de julio de 2010

Proporcionalidad entre optimismo y honestidad

He meditado en las formas por las que optamos los seres humanos para "ignorar" nuestros problemas y lo creativos que podemos llegar a ser en ello. Esos conflictos con los que nos encontramos y que al pasar los años se van haciendo más recurrentes; los mismos que en muchas ocasiones nos hacen la vida de acuadritos y nublan las relaciones con nuestro entorno.

Con que facilidad nos apresuramos para ir al médico cuando tenemos una gripe y que tan difícil es abrirnos a la verdad que está escondida detrás de nuestras acciones y en general de nuestras re-acciones al enfrentarnos con "el otro".

He visto en mi y en otros como las siguientes frases son usadas como escudo protector para no ver:

- "Hay que ser berraco".

- "Uno debe erguirse ante la adversidad".

- "Yo soy una persona optimista, por eso le sonrió a la vida a pesar de lo mal que la estoy pasando en este momento".

Las utilizamos muchas veces sigilosamente para "ESCAPAR", para no enfrentarnos a VER lo que esta errado en nosotros (características negativas de la personalidad), lo cual es la razón de tanto conflicto y en muchas ocasiones, el obstáculo que nos impide alcanzar nuestros más anhelados sueños.

El ser humano acostumbra, cuando existen conflictos en su vida, a usar estas frases sin detenerse a pensar:

- ¿Para que estoy viviendo esto?

- ¿Qué verdad se esconde detrás de esta situación en particular?

- ¿Cuál es mi responsabilidad en todo esto? (Pensaría que esta es la pregunta más importante).

- ¿Cómo puedo dar una solución real y definitiva que sea benévola para conmigo y los demás miembros involucrados?

- ¿Puedo tener ayuda? ¿De dónde vendrá esta? (A la mayoría les da miedo pedir ayuda, se sienten débiles al hacerlo).

Hacer esto lo llaman una perdida de tiempo ó es algo que un ser optimista no hace, pero en realidad lo que sucede es que se muere de miedo de verse a si mismo, y "descubrir" ese "demonio" (egoísmo, orgullo, intransigencia, exceso de sensibilidad, arrogancia, prepotencia, etc.) que vive dentro de sí, prefiriendo pronunciar a los cuatro vientos las frases optimistas y seguir repitiendo en cada etapa de su vida las mismas experiencias con los mismos resultados, una y otra vez, con circunstancias y personajes diferentes.

Es tan absurda esta posición que tomamos, tan absurda como si un paciente al ser diagnosticado de una enfermedad como el cáncer con muchas posibilidades de ser curado, tomara la siguiente postura:

Decide contestarle a su doctor una vez leído el diagnostico "Bueno, todo esta bien!" (no como un acto de fe, sino de escapismo). Prosigue a dicha frase una sonrisa e invita a su doctor a cenar a su casa. Terminan festejando sin ninguna razón en particular. Le presenta a su doctor una amiga para que sean pareja tratando de solucionar en parte la soledad de este (como no quiero ocuparme de mi enfermedad es mejor ocuparse de la vida de otros).

El protagonista de esta historia se niega a hablar sobre el cáncer. En personas optimistas no se deben tratar temas deprimentes. Pasa el tiempo y el cáncer permanece silencioso hasta que el dolor se hace evidente. Este le obliga a visitar a otro médico; como es de esperarse reafirma el dictamen anterior con la diferencia que esta vez se han reducido las probabilidades de éxito del tratamiento disponible. Aún así, siguen existiendo expectativas de éxito si es tratado inmediatamente.

Como este peculiar paciente esta acostumbrado a sobrellevar las noticias malas de manera optimista, continua en su misma postura. Sin darse cuenta o quizás si, que la enfermedad poco a poco y cada vez con más agresividad le va quitando vida, teniendo que soportar en "silencio" cada vez más "dolor y sufrimiento". Un buen día se descubre al borde de la muerte a causa de un cáncer terminal, preguntándose ¿porqué a mi me correspondió un final tan doloroso y cruel?.

Quizás muchos piensen que esta es una analogía demasiado dramática, pero tristemente es la radiografía de la manera tan absurda cómo evadimos nuestra responsabilidad para solucionar los problemas más importantes de nuestras vidas.

Tan solo necesitamos ser humildes con nosotros mismos y los demás. Tener claro que en "todo" nosotros tenemos el 100% de la responsabilidad y la solución, que no somos víctimas de nada ni de nadie (como le duele a mi ego esta parte).

Es saber que la solución esta tan cerca, esta DENTRO DE MI.

Que el optimismo sea directamente proporcional al grado de honestidad que tengamos con nosotros mismos.

domingo, 18 de julio de 2010

Mi mundo interior

Doy la bienvenida a este espacio, en donde podré expresar mis pensamientos más íntimos, los cuales en ocasiones se hacen difíciles de retener, debido a que como dice una frase popular "cada día trae su propio afán" casi obligandonos a distraer nuestra atención de lo que en instantes parecen oasis en el desierto.

Para mi, cada día es como estar en "un mar", al cual nos enfrentamos sin saber las condiciones del clima. Sencillamente, en un instante estas contemplando la grandeza de la creación, extaciado con tanta belleza, contemplando el silencio que sobrepasa tu pequeño entendimiento. De pronto, te encuentras sumergido en una corriente, que te adentra en una gran "tormenta interior", con cara de disgusto, de decepción, de conflictos, de problemas, en la que tu percepción te hace creer que nada sabes, que estas solo, y que todo es solo sombra. Da la sensación que todo lo aprendido nunca ha estado y que en general vives en una eterna falacia.

Viviendo en un entrar y salir de pequeños oasis en el mar, inicio este camino en compañia de ustedes mis "amados" lectores. Hago referencia al amor, porque he llegado a comprender que nuestra búsqueda interior comienza con EL AMOR y termina con él. Debo confesar que en muchas ocasiones estoy conciente que no se nada al respecto y que me es tan esquivo pero tan anhelado aquello a lo que se le recoce con el nombre de A M O R.

Te invito a acompañarme en este viaje, y quizás , quizás un día nos encontremos ondeando nuestras banderas en una única sinfonía.

A mis maestros, doy infinitas GRACIAS.