viernes, 6 de agosto de 2010

No somos victimas del mundo que vemos.

A menudo nos sentimos víctimas del mundo que nos rodea, sin percatarnos que somos nosotros, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestros anhelos , nuestros amores, nuestros odios que van co-creando nuestra vida, nuestra familia, nuestro entorno, nuestra sociedad.

Somos responsables de las cosas “buenas” y de las cosas “malas” que nos suceden a cada instante. Cómo cambiar esta sensación de ser víctima, de mi pareja, de mi amigo, de mi jefe, de mi enfermedad, del gobierno, del sistema?

Mirando, mirando hacia adentro, sabiendo que cada cosa que veo en mi exterior, primero ha ocurrido en mi interior. El mundo que veo es solo reflejo de lo que he sembrado en mi interior. Y cómo ver que he sembrado en mi interior?.

Un ejemplo:

Evento : ¿Me siento abandonada?
Posibles Causas : ¿A quién he abandonado?
Posibles Respuestas: ¿A mi Madre?,¿A mi hijo?,¿A un proyecto?, ¿A una idea?,¿A mi?…

lo importante no es a quién he abandonado, es ¿por qué me culpo inconscientemente?, y tan a menudo solo veo como el mundo me abandona a mi.

¿De que sirve culparse? ¿De que sirve lamentarse? Lo mejor sería perdonarse y retomar aquello que hemos abandonado si aún hay tiempo para hacerlo. Y si el tiempo para ello ha pasado, pues me perdono y empiezo a ser consiente para dejar ese patrón de “abandono” y listo.

No soy víctima del mundo que veo, tan solo soy víctima de mi ceguera interior