No conocerse. Creer que se sabe. Pensar que el instinto es cuestión tan solo de animales.
Nunca haber tenido un gato, un perro y un loro.
Un gato, para que te enseñe a ser tu mismo.
Un perro, para que aprendas a pesar de la adversidad, a seguir confiando en la bondad intrínseca de todos los seres.
Y un loro, para que te cuente todo lo que pasa en tu ausencia (jajajaja). ;)