jueves, 17 de mayo de 2012

Nada más peligroso que:

No conocerse. Creer que se sabe. Pensar que el instinto es cuestión tan solo de animales. 

 

Nunca haber tenido un gato, un perro y un loro.

 

Un gato, para que te enseñe a ser tu mismo. 

Un perro, para que aprendas a pesar de la adversidad, a seguir confiando en la bondad intrínseca de todos los seres.

 

Y un loro, para que te cuente todo lo que pasa en tu ausencia (jajajaja). ;)